Septiembre 2013
ÍNDICE:
1.- Transgénicos, una lucha entre ciencia y política
2.- La salud de los ensayos clínicos necesita transparencia
3.- "El SNS, justo y equitativo, falta saber qué funciona"
4.- La prevención farmacológica del VIH requiere una gestión ética
5.- Informe sobre la salud en el mundo 2013
La OMS pide invertir para conseguir una cobertura sanitaria universal
6.- Detectan fallos en el consentimiento informado de biobancos pediátricos para investigación genética
7.- La EMA restringe su política de libre información sobre ensayos clínicos tras medidas cautelares del Tribunal de la UE
8.- El temor a ser demandado es el principal motor de la medicina defensiva
Nuevo estudio en Estados Unidos
9.- Un hospital de Ohio exige que una niña amish se someta a quimioterapia
1.- Transgénicos, una lucha entre ciencia y política
Los científicos europeos demandan a la UE que acabe con la restrictiva legislación
ABC, Día 02/07/2013
¿Puede Europa dar la espalda al cultivo de transgénicos? Un reciente estudio publicado en la revista «Cell» por investigadores del Instituto Agrotecnio de la Universidad de Lérida lo niega y respalda esta vieja demanda de buena parte de la comunidad científica, que mantiene desde hace años un debate con la clase política europea. Creen que, sin ellos, nuestro continente no podrá alcanzar los objetivos marcados para 2050 por la ONU e irá lastrando su competitividad agrícola.
En opinión de Eduard Pérez, investigador del grupo de Biotecnología Vegetal de la citada universidad y uno de los autores del estudio, la política europea sobre este asunto «carece de sentido», al regirse «sin tener en cuenta a la comunidad científica». De hecho, señala que el marco legislativo parece diseñado para «disuadir» a la población de estos productos. «Tenemos una legislación fragmentada e incoherente, que no se basa en principios científicos sino en cuestiones políticas», asegura.
La postura de este investigador no es la única que va en este sentido. José Miguel Mulet, profesor de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, cree que las citadas leyes son una «aberración». Para él, esta situación se debe a que Europa «no volcó las investigaciones en tecnología transgénica hacia el mundo de la empresa», algo que Estados Unidos sí hizo. «Se dieron cuenta - afirma- de que la industria agrícola de EE.UU. podía arrasar y crearon una política proteccionista que lo evitara». A ello añade la acción de «organizaciones ecologistas como Greenpeace», que utilizan las campañas contra los transgénicos «para mantener su influencia».
Mulet explica algunas consecuencias de la restrictiva política europea: «Un grupo del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba logró desarrollar un trigo apto para celiacos, cuya investigación estuvo financiada con dinero público español. Sin embargo, los derechos de explotación han terminado en una empresa estadounidense».
Uno de los principales argumentos de los movimientos contra los transgénicos es que otorgan el monopolio de la agricultura a las multinacionales. «La documentación y datos que les piden para sacar un producto al mercado son tan excesivos, que los costes del proceso solo los pueden costear las multinacionales», explica Pere Puigdomènech, profesor de investigación del CSIC, que atribuye este hecho a la ya citada legislación europea.
Esto ha derivado en un bloqueo de la producción y consumo de estos productos, que el investigador tampoco parece entender. «Sabemos que son iguales en términos de nutrición, y tenemos los medios para garantizar su seguridad. De hecho, pasan más controles que el resto», apunta.
Orden de prioridades
Los objetivos están claros. «Necesitamos que haya comida para todos, que ésta sea segura, saludable y, por último, que satisfaga nuestros gustos», dice Puigdomènech. Un orden de prioridades en relación con las peticiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que estima necesario un aumento del 70% de la producción agrícola en 2050 para poder alimentar a las 9.000 millones de personas que se calcula habitarán ese año el planeta. «Sin los transgénicos, llegar a los compromisos será muy difícil», asevera.
Pero ello no significa la desaparición de la agricultura en territorios donde el cultivo es más complicado. «En Europa hay zonas donde trabajar la tierra es caro», explica. «En Grecia, por ejemplo, los espacios de cultivo son pequeños y solo pueden competir si mantienen etiquetas de Denominación de Origen. Hay que asegurar esos nichos agrícolas, pero eso no debe negar las posibilidades que ofrecen los productos genéticamente modificados», sentencia Puigdomènech.
En España, «entre el 15 y el 20 por ciento del maíz cultivado es transgénico», explica Mulet, que niega que los agricultores se vean obligados a comprar este tipo de semilla. «La adquieren -señala- porque les sale rentable y porque lo exportamos muy bien al exterior. De hecho, somos el principal productor de maíz para pienso animal». Un hecho notable, ya que, en palabras de Pere Puigdomènech, sin ellos «los niveles de producción cárnica actuales no se podrían mantener».
Sin embargo, no todos los expertos opinan lo mismo. José Luis Yela, profesor titular de Zoología y Conservación Biológica de la Universidad de Castilla-La Mancha, pone el ejemplo de la multinacional Monsanto y sus semillas de soja: «El productor depende no solo de esa semilla sino del glifosato, único herbicida aplicable, ambos distribuidos por esta empresa». Y añade: «Son fenómenos que van encaminados a acabar con la soberanía alimentaria, algo que traería terribles consecuencias». En opinión de Yela, los transgénicos no son la solución porque «la hambruna mundial no depende de los alimentos sino de las políticas gubernamentales». Y tampoco cree que se pueda garantizar la seguridad en su consumo ya que «se desconocen los detalles de sus efectos».
Seguridad y consumo
Yela explica que no existen «estudios sobre su impacto en la salud» y cita los trabajos del investigador francés Gilles Séralini. Éste publicó un controvertido estudio que demostraba que un determinado maíz transgénico causaba cáncer en ratas de laboratorio. Sin embargo, el Consejo Superior de Biotecnología francés (HCB)
determinó en octubre de 2012 no haber encontrado «ninguna relación de causalidad» entre la aparición de tumores en las ratas y el consumo de maíz NK603 de Monsanto.
Para buena parte de los científicos, por el contrario, la seguridad de los transgénicos parece un hecho probado. Tanto Pérez como Mulet y Puigdomènech así lo señalan. «Existe el mito de que provocan alergias y no es cierto. Hace algún tiempo se intentó crear un arroz rico en licina. En su desarrollo se utilizó una proteína alérgena que se descubrió en el laboratorio, por lo que nunca salió al mercado», explica Mulet, que achaca todos estos rumores a «leyendas urbanas».
Puigdomènech atribuye los argumentos contrarios a los transgénicos a «quien toma ventaja en el debate con mentiras, como decir que son cancerígenos». Tesis que apoya Eduard Pérez: «Hay mucha más literatura científica sobre su inocuidad en humanos y nada hace pensar que representen algún peligro».
2.- La salud de los ensayos clínicos necesita transparencia
Diario Médico, 08/07/2013
En los últimos años varios análisis han desvelado sesgos en estudios financiados por compañías farmacéuticas, así como su tendencia a no publicar ensayos negativos y a exagerar a veces los resultados positivos. Todo eso condiciona las decisiones de facultativos, académicos y pacientes. Un fármaco no es un nuevo modelo de coche, con un diseño más aerodinámico o pedales servoeléctricos. Muchas veces, la confianza que se pone en él roza lo milagroso.
Desde que una molécula da indicios de alivio o prolongación vital hasta que llega a las farmacias transcurren una decena de años y varios millones de euros; como es sabido, la mayoría se ahogan en el costoso desarrollo de pruebas de laboratorio, de seguridad, de dosis, con animales, con humanos, etc. Y de las que vencen esa carrera de obstáculos algunas tienen que retirarse poco después por efectos en la fase IV no advertidos anteriormente, o quizá vislumbrados, pero con expectativas razonables de riesgo-beneficio. El panorama actual de medicina personalizada, controles estrictos y desafíos clínicos complejos en oncología, infecciosas, enfermedades raras, endocrinología o neurología dificulta más que nunca el logro de superventas que hace años alimentaba las esperanzas comerciales.
Tanto las agencias reguladoras como las principales revistas científicas han ido estableciendo, con desigual fortuna, requisitos más exigentes de aprobación y publicación, enfocados sobre todo hacia el registro previo de los ensayos y a la difusión de resultados, sean positivos o negativos. Ahí están las bases clinicaltrials.gov estadounidense y la All Trials europea, por ejemplo. La intención de las grandes revistas -no siempre cumplida- es no publicar ensayos que no figuren en esas bases. El borrador europeo de nuevo reglamento de ensayos clínicos pretende más transparencia en esta línea.
La carencia u ocultamiento de datos no permite tomar decisiones correctas. Investigadores y fabricantes deberían saber ya que es más rentable decir la verdad que disfrazarla, aunque eso signifique tirar por la borda millones de euros; las experiencias judiciales con algunos fármacos tendrían que servir de lección: a largo plazo, el posible beneficio no compensa y perjudica tanto a la compañía afectada como al sector en su conjunto, pues la opinión pública es algo miope en distinguir marcas y compañías.
En este terreno, el papel de investigadores y revisores es esencial: aun a costa de perder contratos y hasta empleos, deben imponer su criterio científico por delante del comercial. La responsabilidad profesional pesa más que la corporativa o gremial. La
industria necesita a médicos, investigadores y gestores, que, aunque estén a sueldo, deben esforzarse por actuar con rigor y veracidad; debería ser así en todos los ámbitos, pero en el de la salud es, lógicamente, más esencial. Se percibe sin duda más interés que nunca por parte de todos los actores en que la transparencia ilumine investigaciones y ensayos. Es un esfuerzo costoso pero muy saludable.
3.- "El SNS, justo y equitativo, falta saber qué funciona"
El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, defiende el actual sistema, aunque "puede ser mejor gobernado", y pide "desinvertir en lo inútil".
Diario Médico, José Antonio Plaza. Aranjuez 10/07/2013
La segunda jornada del curso de verano sobre presente y futuro de la Sanidad, organizado por la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto Roche, se cerró ayer con Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), que estuvo acompañado de Felipe Trigo, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, y de Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería.
Rodríguez Sendín defendió a capa y espada el SNS actual, aunque matizó que "puede ser mejor gobernado", y lo calificó de "efectivo en resultados". Tocó muchos palos a lo largo de su intervención. Sobre la sostenibilidad del SNS, pidió centrar el debate, "no utilizar trampas dialécticas para confundir a la gente y no confundir sostenibilidad con suficiencia financiera".
Según él, no es cuestión de no sostenibilidad, sino de carencias económicas: "El Gobierno decide si gasta en aviones, tanques, delegaciones en el extranjero... o en Sanidad". Seguro de que "no hay otro sistema posible que ofrezca las garantías del SNS", se refirió a los modelos de gestión y dejó claro que no es posible comparar sanidad pública y privada porque ambas, de forma legítima, buscan objetivos distintos: "El afán de lucro es legítimo, pero no en servicios públicos como sanidad".
También se refirió al copago farmacéutico, quitó algo de hierro a los cambios que haya podido ocasionar el Real Decreto 16/2012, pero sentenció que "seguro que hay gente que no puede comprar sus fármacos". Preguntado por la receta enfermera, diferenció claramente los fármacos sujetos a prescripción médica y los que no lo están; en el primer caso, señaló que ambos colectivos "deben alcanzar protocolos consensuados para posibles modificaciones", ligadas, por ejemplo, a dosis o interacciones farmacológicas, mientras que en el segundo, la clave es la habilitación de los enfermeros: "Está pendiente. Los profesionales deben recibir una formación adecuada que ambos Consejos estamos dispuestos a pactar, junto con el Ministerio".
La conclusión global de su charla es que en España, pese a contar con un sistema "justo y equitativo, aún queda por saber qué funciona". Una vez se sepa, pidió "desinvertir en lo inútil".
Pilar Fernández lamentó "inequidades en la prestación farmacéutica, desigualdades e ineficiencias en recursos humanos, opacidad de datos y ausencia de planificación y coordinación", características negativas del SNS que provocan "no renovaciones a eventuales, bajas y jubilaciones, menores ratios de enfermeros por paciente y suspensión de OPE".
Felipe Trigo pidió "no analizar de forma aislada el gasto sanitario sólo mirando el gasto farmacéutico", y lamentó que éste "represente sólo el 20 por ciento del gasto público sanitario"; añadió que la caída a lo largo de 2013 lo dejará "en un 16 por ciento del total".
4.- La prevención farmacológica del VIH requiere una gestión ética
Un análisis pone de relieve la necesidad de asegurar que la profilaxis pre-exposición no suponga un deterioro de la seguridad y salud comunitaria.
Diario Médico, G.E. | 02/08/2013
El año pasado, la lucha contra el sida marcó un nuevo hito con la aprobación por la FDA de emtricitabina/tenofovir para el tratamiento preventivo del VIH. Esta medida suscita, sin embargo, una serie de cuestiones éticas que deben considerar tanto los profesionales sanitarios como las Administraciones, los investigadores y los propios pacientes. Así lo ponen de relieve Jeremy Sugarman, director adjunto de Medicina en el Instituto Berman de Bioética de la Johns Hopkins, y Kenneth Mayer, director de Investigación Preventiva del VIH en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, en un análisis que publican en el último número del Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes.
"Por primera vez tenemos un gran número de individuos no infectados por el VIH que se medican contra el VIH, lo que plantea interrogantes éticos sobre bienestar y justicia", señala Sugarman. Para los autores, es esencial asegurar que esta pauta terapéutica -denominada profilaxis pre-exposición (PrEP, según sus siglas en inglés)- no tenga como consecuencia una merma en la seguridad y la salud comunitaria. En efecto, el uso no continuado de la PrEP podría resultar en la transmisión del VIH y la aparición de cadenas de VIH resistentes, señalan. De modo análogo, no comprender bien la capacidad real de prevención de la PrEP podría provocar la difusión de otras enfermedades sexualmente transmisibles.
"Para que la PrEP tenga éxito es esencial que el médico dé buena información y haga un adecuado seguimiento", señala Sugarman. "Insistir en la importancia de la toma diaria, proporcionar consejos sobre prácticas seguras y realizar test de VIH frecuentes ayudarán a cumplir el imperativo de que la PrEP contribuya a prevenir el VIH, no a difundirlo", añade. Por eso, recomiendan que los profesionales sanitarios implicados en la profilaxis reciban formación sobre las cuestiones éticas en liza.
5.- Informe sobre la salud en el mundo 2013
La OMS pide invertir para conseguir una cobertura sanitaria universal
Diario Médico, Redacción | 16/08/2013
Para conseguir un sistema de cobertura sanitaria universal adaptado a la situación de cada país es necesario que los países sigan invirtiendo en investigaciones de ámbito nacional, según expone la OMS en el Informe sobre la salud en el mundo 2013.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los países que sigan invirtiendo en investigaciones de ámbito nacional, a fin de poner en marcha un sistema de cobertura sanitaria universal adaptado a la situación de cada país , y así poder garantizar que los ciudadanos obtengan los servicios de salud que necesiten, sin sufrir por ello problemas económicos.
Con el motivo de la presentación del Informe sobre la salud en el mundo 2013, la directora general de este organismo, Margaret Chan, ha descrito la cobertura universal como "el concepto más poderoso que la salud pública puede ofrecer, y la mejor manera de consolidar los avances en salud de la última década".
El informe muestra cómo para desarrollar un sistema de cobertura sanitaria universal, los paises pueden servirse de la investigación para conocer los problemas a los que se enfrentan, llevar a cabo una estructura correcta y medir los progresos realizados en función de la situación sanitaria específica.
El documento revela que de media, la inversión nacional en investigación en países de ingresos bajos y medios, crece un 5 por ciento al año. Esta tendencia se observa especialmente en las economías emergentes como el Brasil, China y la India.
El informe muestra también cómo, gracias a la colaboración internacional, está aumentando el número de publicaciones sobre investigaciones sanitarias. Los científicos de países de ingresos bajos y medios participan cada vez más en esas colaboraciones, aunque los países de ingresos altos siguen predominando en la mayoría de los estudios. China es un claro ejemplo, entre 2000 y 2010 la proporción mundial de investigadores chinos como coautores de investigaciones publicadas aumentó del 5 al 13 por ciento.
"Todas las naciones deben ser tanto productoras como consumidoras de investigaciones. La creatividad y la competencia de los investigadores son la piedra angular de los programas académicos y de salud pública", ha reconocido Christopher Dye, director de la Oficina de Información Sanitaria, VIH/Sida, Tuberculosis, Malaria y Enfermedades Tropicales Desatendidas, y autor principal del informe. "Tenemos que acelerar el proceso de acercamiento entre investigadores e instancias decisorias, a fin de mejorar la cobertura de servicios de salud", ha añadido Dye.
La OMS insiste en que la cobertura sanitaria universal requiere un sistema de salud robusto, eficiente y bien gestionado, financiación, acceso a medicamentos y tecnologías esenciales, suficientes trabajadores sanitarios capacitados y motivados. Para responder a esos retos, la OMS aconseja a los donantes internacionales y los gobiernos nacionales invertir en investigación, respaldar los mecanismos de intercambio de información y datos, fortalecer la formación en investigación y cuantificar los progresos relacionados con sus compromisos en pro de la cobertura sanitaria universal.
6.- Detectan fallos en el CI de biobancos pediátricos para investigación genética
Los progenitores sobreestiman el beneficio directo que los estudios pueden proporcionar a sus hijos, algo que resulta poco probable, según los investigadores.
Diario Médico, G.E | 19/08/2013
La recogida de muestras para investigación clínica procedentes de niños requiere mejoras en la información a los padres. Así se deduce de un estudio publicado en Genetics in Medicine, que revela que los progenitores no llegan a entender los detalles sobre la conservación y uso futuro del material almacenado en biobancos.
Kim McBride y sus colegas del Research Institute at Nationwide Children's Hospital, en Ohio (Estados Unidos) enviaron un cuestionario a familias que, entre 2004 y 2008, habían autorizado la conservación y análisis de muestras de ADN de sus hijos en un biobanco genético. El biobanco se creó para estudiar el origen de malformaciones congénitas del flujo ventricular izquierdo del corazón.
El análisis de las respuestas revela que algunos conceptos están claros para los padres, pero la mitad de ellos malinterpreta algunos parámetros clave. Así, en general comprenden bien que el consentimiento es voluntario y que las muestras se utilizarán para estudiar las causas de problemas cardiacos. En cambio, en general sobreestiman el beneficio que los estudios pueden proporcionar a sus hijos y minimizan los riesgos que entraña la participación.
"A los participantes en un ensayo clínico se les administra un tratamiento con la esperanza de conseguir una terapia novedosa y más eficaz; y se les hace un seguimiento médico", explica Kim McBride, investigadora principal. En cambio, del análisis de las muestras de los biobancos no es probable que surja un avance clínico con beneficio directo y casi nunca hay seguimiento del paciente. Es más, en ocasiones se utilizan vídeos para explicar la importancia de los estudios en marcha, donde se realzan los beneficios futuros en unos términos que pueden hacer pensar que se aplicarán directamente a sus hijos, lo que es poco probable por los ritmos de la investigación básica y las dificultades que entraña llegar a resultados clínicos.
Para McBride la conclusión es clara: "Si queremos proporcionar a las personas que participan en investigación genética y a sus familias un conocimiento adecuado, la manera de llevar a cabo el consentimiento informado debe cambiar, especialmente en un momento en que aumenta la demanda sobre información genética".
7.- La EMA restringe su política de libre información sobre ensayos clínicos tras medidas cautelares del Tribunal de la UE
Diario Médico, G.E. 21/08/2013
En noviembre de 2010 la Agencia Europea del Medicamento (EMA, según sus siglas en inglés) adoptó una política de libre información en relación con el acceso a sus documentos, incluidos los informes sobre estudios clínicos. Dos años más tarde, y bajo este nuevo régimen, la Agencia había distribuido 1,66 millones de páginas con datos de ensayos y otros documentos a partir de 457 peticiones.
El 25 de abril de 2013, en sendas decisiones cautelares, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ordenó a la EMA que no entregara documentos en relación con tres peticiones concretas. La medida fue instada por AbbVie y InterMune, pues las solicitudes se referían a dos de sus fármacos y las biofarmacéuticas consideraban que los datos utilizados para la aprobación de medicamentos constituyen información confidencial protegida por el Derecho Mercantil. La vista oral del caso no se celebrará antes de 2014.
El 30 de abril, la EMA informó al tribunal que continuaría con su política de libre acceso, pues considera que los datos relativos a ensayos no constituyen material confidencial; aun así, matizó que en peticiones similares a las impugnadas or AbbVie e InterMune se decidiría caso a caso.
Lo cierto es que un examen realizado por Peter Doshi, de la Johns Hopkins, y publicado en el último número de JAMA Internal Medicine, revela que solo en mayo de este año la EMA ha rechazado ya solicitudes de documentación relativas a 54 productos. La mayoría de ellos responden a un perfil sobre el que la EMA sí permitía la consulta antes de la medida cautelar del Tribunal de Luxemburgo.
El autor indica que "el rechazo sumario de tal número de número de instancias revela que la Agencia ha restringido notablemente su política de acceso, probablemente a causa de las demandas planteadas". Y aunque algunos grandes laboratorios, como GlaxoSmithKline y Roche, han anunciado medidas de transparencia, la patronal europea y la estadounidense "se han personado en el proceso en apoyo de AbbVie", señala Doshi, quien no duda en afirmar que "mientras se resuelve el litigio, las restricciones adoptadas por la EMA constituyen un retroceso para la transparencia de los ensayos clínicos y la salud pública".
8.- El temor a ser demandado es el principal motor de la medicina defensiva
Nuevo estudio en Estados Unidos
Diario Médico, G.E. | 22/08/2013
El recurso a la medicina defensiva depende más de la percepción del riesgo de sufrir una demanda que de circunstancias como que las indemnizaciones tengan un tope legal o el precio de las pólizas de responsabilidad civil, según ha reafirmado un estudio realizado en Estados Unidos y que publica Health Affairs.
La investigación ha partido de un cuestionario en el que se preguntó a 3.500 médicos sobre su preocupación sobre las demandas por mala praxis. Las respuestas se compararon con la incidencia real de reclamaciones en 1,9 millones de pacientes que habían acudido a consulta con dolor de cabeza, torácico o lumbar.
Cuanto mayor era el temor del médico ante cuestiones de responsabilidad profesional, mayor era la probabilidad de que pidiera pruebas diagnósticas o de imagen adicionales, enviara al paciente a urgencias u ordenara su ingreso.
Por ejemplo, ante un paciente con dolor de cabeza, la probabilidad de que un médico con un nivel elevado de inquietud ante la litigiosidad sanitaria pidiera pruebas de imagen era del 11,5 por ciento, comparado con el 6,4 por ciento del facultativo con un nivel bajo. De modo análogo, los pacientes con dolor torácico tenían más probabilidad de ser remitidos a urgencias, en lugar de que se les prescribiera un test de esfuerzo en consultas externas, si su médico tenía un nivel alto o medio de desasosiego ante la posibilidad de una demanda.
9.- Un hospital de Ohio exige que una niña amish se someta a quimioterapia
Los padres optaron por la medicina natural para "evitar su sufrimiento". La pequeña de 10 años tendría un 85% de oportunidades de curarse si se trata
El País, Carolina García Washington 26 AGO 2013
Un hospital de Ohio ha emprendido acciones en los tribunales con el fin de conseguir que una niña amish de 10 años se someta a quimioterapia, después de que sus padres decidieran que abandonara el tratamiento el pasado mes de junio. Sarah Hershberger padece leucemia, exactamente un linfoma linfoblástico, y sus padres acudieron al centro médico Akron Children para tratar sus tumores malignos en riñón, cuello y pecho.
En un primer momento Andy y Anna Hershberger aprobaron la quimioterapia. Tras un mes de tratamiento y ante las constantes súplicas de su hija, los progenitores decidieron interrumpirlo e informaron a los médicos de su intención de seguir tratándola con medicina natural y vitaminas. A pesar de que el tumor había disminuido, no había sido erradicado totalmente, según explica el diario local The Medina Gazette. Los médicos defienden que con el tratamiento Sarah tiene un 85% de probabilidades de curarse. Sin él, su esperanza de vida es de un año.
Para evitar que esto ocurra, el hospital demandó a los padres y solicitó la guardia y custodia de la niña el pasado mes de julio. Un juez rechazó la demanda alegando que "un tribunal no puede arrebatar a unos padres el derecho a decidir sobre la salud de su hija y que no existía ninguna prueba que demostrase que eran incapaces de hacerlo", según explicó el magistrado John Lohn en su sentencia. "Los padres son cariñosos, atentos, protectores y se preocupan por su hija. Sarah les pidió abandonar el tratamiento
y ellos no podían ver cómo su hija sufría", añadió el magistrado en su resolución del 31 de julio.
A pesar de la decisión del magistrado, una orden judicial de mediados de agosto obligó a los padres a llevar a la niña al hospital para tratarse hasta que el caso se resolviera, pero los padres solo han acudido una vez desde entonces.
La decisión de los padres de Sarah llevará a la niña a morir. Cada día que pasa sin tratamiento, sus esperanzas de supervivencia se apagan"
Maria Schimer, abogada del hospital
El centro médico ha apelado la decisión de este juez. La abogada del hospital, Maria Schimer, explicaba en una carta entregada al tribunal que "la decisión de los padres de Sarah llevará a la niña a morir. Cada día que pasa sin tratamiento, sus esperanzas de supervivencia se apagan". "Además, el abandono de tratamiento es algo inmoral. Estamos luchando por lo que creemos que es mejor para la niña: su supervivencia", alegó el jefe médico del hospital, Robert McGregor, al mismo diario.
La niña decía encontrarse muy mal y tenía miedo de volverse estéril, según explicó la propia enferma al magistrado. Los efectos más comunes de la quimioterapia, entre otros, son las naúseas, el daño de órganos y la esterilidad. A pesar de estas consecuencias, lo más importante para los médicos es que el tratamiento, en este caso, significa vivir o morir, según informa The Washington Post.
La mayoría de los amish no usan la electricidad; no utilizan la tecnología ni los coches, y suelen resolver sus problemas dentro de la comunidad y para curar enfermedades suelen optar por métodos naturales. La ortodoxia amish se define como cristiana y, aunque tiene sus raíces en la Europa del siglo XVII, la mayoría de sus 250.000 integrantes vive en EE UU. En la actualidad existe una docena de grupos en el Condado de Holmes en Ohio, una de las comunidades más numerosas del país.