La Vida Humana a Través del Cine Sección dirigida por Gloria Mª Tomás y Garrido Catedrática de Bioética. UCAM. Murcia. |
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Hace unos meses, un alumno mío ha obtenido en su Tesis doctoral el Doctorado Internacional con la máxima calificación. Unos de sus capítulos trata sobre los hermanos Dardenne, directores también de la película que hoy comentamos. Señala este nuevo doctor, Miguel Ángel Millán, que "en sus películas (los Dardenne) existe una diversidad temática que enfrentan a los individuos con situaciones derivadas de la perdida de la identidad y la lejanía de la memoria como son: la clandestinidad de un inmigrante, la marginación de unos sin techo, la exclusión social de una joven no cualificada, la acogida a un homicida, la explotación despiadada de un "Yonki", o la desprotección de un niño... son situaciones límite enmarañadas de sordidez e inmundicia como consecuencia de una realidad social que no les ofrece más salida que un estigma irreparable de segregación. Lo que conduce a justificar que en la diversidad de dificultades hay un solo motivo para reparar las heridas, la protección de la humanidad". Este planteamiento, sigue diciendo Miguel Ángel "permite evolucionar de la clandestinidad a la visibilidad, de la exclusión al encuentro, de la culpa a la inocencia, del castigo al perdón, de la explotación a la dignidad, de la orfandad a la maternidad... En definitiva experimentar el tángido latido de lo humano que permite pasar de la herida mortal a la plenitud vital, que ilumina lo que hay de infinito en el hombre". En definitiva, señalará también, "La idea de explorar sus imágenes más allá de lo evidente conlleva una comunión de razones y emociones arraigadas en una perspectiva cristiana del acontecer humano; por ello son capaces de filmar penetrando en los sentimientos de sus protagonistas, abriéndose a las posibilidades que la cámara ofrece para generar un arte de vitalidad trascendente centrado en la cercanía del prójimo, lo que con sus palabras significaría ´'filmar la aparición de lo humano, captar el paso de la bondad en el simple comercio humano. A veces el arte puede preceder a la vida'". Este transfondo es el que se capta en quizás mejor película de estos directores, Dos Día y una noche. Distintos expertos la enfocan acertadamente señalando que los Dardenne son maestros de lo imperfecto, ofreciéndonos una vez más una obra maestra, que parece una película rara, ya que sorprende su simplicidad nada forzada, que nos muestra lo que está pasando en la Europa del siglo XXI, con sus trastiendas morales que facilita el gran peso humanitario de los personajes en un cine absolutamente despojado. Los Dardenne son realistas, se olvidan de la retórica, no adoctrinan, no enfatizan diálogos ni situaciones y van directos al corazón. Esta película va de lo social a lo íntimo, sin dividir el mundo al modo maniqueista de buenos y malos, de villanos y héroes; da voz a todas las posturas, a la comprensión íntima de la complejidad de lo humano. La puesta en escena es austera y honesta; además recrean a los seres humanos comunes, corrientes, con los que fácilmente nos identificamos. Es una épica socialista en miniatura. Se comprende que haya recibido los siguientes premios: 2014: Premios Oscar: Nominada a Mejor actriz (Marion Cotillard) 2014: Premios César: Nominada a Mejor actriz (Cotillard) y Mejor film extranjero 2014: Premios Guldbagge: Mejor película extranjera 2014: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes a concurso 2014: Premios BAFTA: Nominada a Mejor película en habla no inglesa 2014: Seminci de Valladolid: Sección oficial largometrajes a concurso 2014: National Board of Review: Mejores películas extranjeras del año 2014: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz (Cotillard) 2014: Premios del Cine Europeo: Mejor actriz (Cotillard) 2014: Satellite Awards: 2 nominaciones incluyendo Mejor película extranjera 2014: Critics Choice Awards: 2 nominaciones incluyendo Mejor actriz (Cotillard) 2014: Críticos de Chicago: 2 nominaciones incluyendo Mejor película extranjera |
Pasemos ya al argumento: Sandra (la espléndida Marion Cotillard) ha estado de baja por depresión en la fábrica donde estaba empleada. Casada y con dos niños, cuando ya medianamente recuperada está a punto de reincorporarse al trabajo se lleva la desagradable sorpresa de que sus compañeros han sido presionados para votar entre un incentivo en forma de sustanciosa prima, y la eliminación de su puesto de trabajo. Ha ganado la primera opción. Dada que la votación no ha sido del todo clara, su jefe concede a Sandra la oportunidad de que el lunes -es decir en dos días y una noche después- haya una nueva oportunidad de votar. En ese tiempo Sandra, ayudada por su marido, irá visitando a cada uno de sus compañeros para pedirles que voten a favor de su puesto de trabajo. Se encuentra con diferentes reacciones por parte de cada uno de los trabajadores a los que intenta convencer que voten por ella: el egoísmo, la solidaridad, el miedo, la necesidad… son sentimientos que vamos descubriendo en los diferentes personajes, cada uno de los cuales afronta el problema con diferente actitud, todas comprensibles, todas humanas. Y Sandra, incluso sumida en esa situación que muchas veces la supera, encontramos atisbos de felicidad y de gratitud hacia sus compañeros, para culminar con una espléndida escena final.
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