Julio 2012

 ÍNDICE:

1.- El déficit de formación en paliativos se refleja en el sufrimiento del paciente

2.- Hospitalizar a domicilio, coste-efectivo en crisis

3.- Alimentar a un niño sano, ¿un nuevo deber del médico?

4.- Dr. House…¿The End? Dr. A.M. Santos

5.- Un juez británico obliga a alimentar a una mujer anoréxica

6.- China legisla para imponer sus genéricos a los laboratorios

7.- Cantabria creará comités de bioética asistencial en todas las áreas de salud

8.- La autonomía del donante, desprotegida si la muestra biológica está anonimizada

9.- "Internet será el espacio donde las compañías farmacéuticas darán información directa a la población"

10.- La responsabilidad del médico en el derroche

11.- "La capacidad del enfermo mental se valora en relación con una tarea específica"

 

1.- El déficit de formación en paliativos se refleja en el sufrimiento del paciente

Diario Médico. S.V. | 01/06/2012 00:00

 

"De un total de 40 facultades de Medicina, hay 21 donde se ha programado la impartición de asignaturas con contenidos explícitos de cuidados paliativos, pero sólo hay ocho facultades donde será asignatura troncal. En el resto, o se contempla dentro de otras materias troncales, como Oncología, Medicina Interna o Geriatría, o es optativa". Con estos datos extraídos de un estudio de Carlos Centeno, de la Clínica Universidad de Navarra, Rogelio Altisent, de la cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza, puso cifras al déficit de formación en cuidados paliativos de la titulación de Medicina. En la jornada que la Organización Médica Colegial (OMC) dedicó a los paliativos, Altisent denunció el retraso en el desarrollo de esta especialidad.

Situación actual

La situación actual fue calificada por el facultativo como "muy grave", pues, según apuntó, "la falta de acreditación significa ausencia de criterios de selección de profesionales y una pérdida importante de médicos bien formados y experimentados".

* "Hay profesionales de la salud que todavía confunden eutanasia con sedación o desconocen el manejo básico de los opioides"

En este sentido, señaló que "hay profesionales de la salud que todavía confunden la eutanasia con la sedación, o desconocen el manejo básico de los opioides, ignorando las posibilidades que tenemos para el control de síntomas en el enfermo al final de la vida, o que se plantean la objeción de conciencia a la sedación paliativa, lo que significa que hay pacientes que sufren por insuficiente calidad asistencial".

Referentes europeos

La mayoría de los países europeos con sistemas sanitarios avanzados tienen la acreditación profesional en cuidados paliativos como área de capacitación específica (ACE), a excepción de Reino Unido e Irlanda, que tienen la especialidad clásica.

El facultativo recordó que en 2011 se llegó a redactar un real decreto sobre troncalidad y ACE que proponía la medicina paliativa como una de las dos ACE que estaría en la parrilla de salida. "En 2012, con el nuevo Gobierno, se ha valorado la necesidad de regular urgentemente las ACE y así se ha publicado textualmente en el Real Decreto-Ley sobre sostenibilidad del sistema sanitario", explicó.

La creación de la especialidad de cuidados paliativos tendría cabida dentro de la ley nacional de atención al final de la vida que demandan tanto la OMC como la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal).

 

 

 

2.- Hospitalizar a domicilio, coste-efectivo en crisis

Si la hospitalización a domicilio se suele plantear como una posible alternativa a la estancia hospitalaria, en tiempos de crisis las razones para apostar por ella se incrementan.

Diario Médico. Enrique Mezquita. Valencia | 05/06/2012

 

En un contexto de optimización de recursos y búsqueda de vías más coste-efectivas para minimizar el impacto, unido a la importancia de abordar con determinación la cronicidad, la hospitalización a domicilio presenta el aval de sus buenos resultados como una buena alternativa, según se ha puesto de manifiesto en la jornada El tercer nivel asistencial, organizada por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) en el Hospital General Universitario de Valencia.

Según Gregorio Achutegui, gerente del Hospital Universitario de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya), "para determinar si la hospitalización a domicilio es rentable para el sistema sanitario debe compararse su actividad con la del hospital, tanto en términos de complejidad del paciente como de costes. Hay que aplicar a la hospitalización a domicilio el mismo sistema de clasificación de pacientes que al resto de servicios hospitalarios con altas tradicionales, y con ello poder aplicar el sistema de clasificación de grupos relacionados por el diagnóstico (GRD)". En su propio centro ha concluido que la hospitalización a domicilio tiene un coste de 1.414 euros por alta, frente a los 4.585 euros de alta por hospitalización tradicional".

Respecto a las causas que explican estos buenos resultados, Bernardo Valdivieso, director del Departamento de Planificación del Departamento Valencia-La Fe, ha señalado que la hospitalización a domicilio "permite realizar prácticamente todo lo que se hace en un hospital y se encuentra en una posición idónea para garantizar la coordinación de recursos", lo que supone apostar por la continuidad asistencial y una atención integral.

Por su parte, Rafael Micó, director del Área Ambulatoria del Departamento Valencia-Hospital General, ha destacado que esta forma de asistencia actúa como una motivación adicional para el propio profesional.

Opinión del paciente

Los ponentes también han insistido en que los ciudadanos estiman los valores de la hospitalización a domicilio. Según Micó, "aprecian su proximidad", mientras que Achutegui ha dicho que, según sus encuestas, la valoración de los usuarios es excelente. Micó también ha afirmado que la importancia y el éxito de esta herramienta se basa en su funcionamiento, no en su modelo de gestión. Por su experiencia, la buena o mala gestión no depende de si es pública o privada; la prestación del servicio es lo público", independientemente de si al profesional le paga una empresa o la Administración.

Achutegui cree que la apuesta por la hospitalización a domicilio no es suficiente para profundizar en este enfoque, sino que debecompletarse con otro tipo de alternativas, como la hospitalización parcial (hospitales de día médicos o quirúrgico), las unidades de gestión de pacientes (de corta estancia) u otros programas (unidad de cuidados paliativos). En su opinión, las consecuencias de este proceso permitirán disminuir el número de camas hospitalarias, remodelar y modernizar el hospital, racionalizar su uso y hacerlo más accesible, aumentar la actividad sin disminuir la calidad, y reducir las listas de espera.

El gran hito u objetivo sería "disminuir los ingresos urgentes a su mínima expresión", ya que representan en muchas ocasiones "el fracaso del sistema", ha concluido Achutegui. Valdivieso también ha recordado la necesidad de conocer, controlar y transformar la demanda a través de modelos predictivos. Por su parte, Micó ha comentado la importancia de apostar por las nuevas tecnologías.

 

 

3.- Alimentar a un niño sano, ¿un nuevo deber del médico?

Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional, UP Comillas (Icade) y Eduardo Asensi, socio director del despacho de abogados Asjusa-Letramed

Diario Médico.  | 07/06/2012

 

La decisión de un juez de condenar a un ginecólogo a pagar la manutención de un menor sano por no realizar bien el aborto que solicitó la madre atenta contra el derecho de familia. El deber de alimentar a un hijo entraña la obligación del menor de hacer lo mismo con sus padres en el futuro.

Hace algunos días Diario Médico recogía de manera destacada una sentencia dictada por un Juzgado de Primera Instancia de Palma de Mallorca por la que se estima una demanda contra un ginecólogo que impidió a una paciente abortar voluntariamente, al no detectar en una segunda ecografía que existía un embrión que desembocó en el menor que ahora es su hijo (ver DM del 25-V-2012). Lo relevante del fallo es la indemnización que reconoce a favor de la demandante, comprendiendo conceptos tales como "gastos de alimentación, vestimenta, sanidad, educación y manutención, y cualesquiera otros precisos para su debida formación, que el menor requiera... hasta los 25 años de edad".

Cierto es que en nuestro sistema jurídico no es novedoso el reconocimiento de indemnizaciones derivadas de daños causados por la concepción no deseada de un hijo por fallo de las medidas anticonceptivas (wrongful conception), ni tampoco, como es el caso que nos ocupa, por la privación de la posibilidad de abortar (wrongful birth). En 1997 el Tribunal Supremo se pronunció sobre un supuesto de wrongful birth, admitiendo una indemnización por los daños morales y los perjuicios económicos que derivan del nacimiento de un hijo con malformaciones. Sin embargo, la jurisprudencia ha venido declarando de manera reiterada que el nacimiento de un niño en sí mismo no supone un daño indemnizable, más aún cuando se trata de un niño sano, de manera que el daño indemnizable será, en su caso, la privación de la autonomía de voluntad de los padres, un daño moral. Y ello, como vamos a exponer de inmediato, como consecuencia de la naturaleza del deber de alimentos en las relaciones paterno-filiales que consagra nuestro Código Civil.

Privación de la autonomía de voluntad

En el caso que nos ocupa, el juzgado respeta la doctrina consolidada, de manera que establece una indemnización, a tanto alzado, por los daños derivados de la privación de la autonomía de voluntad de la progenitora acerca de la decisión de tener un hijo, y por la zozobra, estrés y angustia sufrida por la madre durante todo el proceso. El problema radica, sin embargo, en que a dicha indemnización se añade una segunda por el mero hecho de tener que sufragar los gastos de alimentación de su hijo hasta que cumpla, no la mayoría de edad, sino una edad que, a tanto alzado, permite concluir que el menor, ya entonces mayor, gozará de los medios suficientes para valerse económicamente por sí mismo, y ésta es la de 25 años.

Para justificarlo, la sentencia recuerda que "la demandante no quería tener un hijo, y si el aborto hubiera sido un éxito a día de hoy no tendría ninguna descendencia y no tendría por qué asumir una serie de obligaciones materno-filiales, entre las que se cuentan, obviamente, las económicas y que se traducen en gastos de alimentación, educación, vestimenta, etc".

Pues bien, con todo el respeto que nos merece el juzgador, tal decisión constituye no sólo un evidente alejamiento de la doctrina consolidada del Tribunal Supremo sobre la acción de wrongful birth, sino, además, un desconocimiento de la figura del deber de alimentos en relaciones paterno-filiales.

Deber de alimentos

La naturaleza jurídico familiar del deber de alimentos (carácter personalísimo, reciproco, indisponible e irrenunciable) impide que el coste que conlleva este deber pueda considerarse un daño susceptible de indemnización, puesto que va en contra de lo recogido en nuestro propio ordenamiento, que prohíbe cualquier tipo de transacción en materia alimenticia (art. 1814 CC).

El deber de alimentos se configura como un derecho-deber, de manera que lo que puede, en determinado momento, constituir una deuda a favor del hijo, es perfectamente transformable en un crédito a favor de los padres. Así, no puede afirmarse que el tener un hijo constituya, más allá del daño moral antes comentado, un perjuicio cuando los padres poseen desde ya una futura expectativa de crédito en su favor, derivado del deber que también tendrá el hijo en el futuro de alimentarles. Ello, salvo, claro está, que el juzgador haya pretendido instituir tal deber de alimentos del hijo a favor del médico, que es quien va a encargarse del soporte económico de su manutención y educación.

Si el deber de alimentos entre padres e hijos se explica de acuerdo con el principio de solidaridad familiar, en el que se interrelacionan unos derechos y deberes que funcionan recíprocamente, se podría dar el absurdo de que unos padres que se ven judicialmente eximidos del deber de prestar alimentos a su hijo, puedan, por el contrario, exigírselos a su hijo. Y a este respecto, no debemos olvidar que nos encontramos ante el nacimiento de un niño aparentemente sano, no de un niño con malformaciones o minusvalías, caso éste en el que el Tribunal Supremo sí ha admitido indemnizar, junto al daño moral, daños de naturaleza patrimonial por el "impacto psíquico que supone crear un ser discapacitado que nunca previsiblemente podrá valerse por sí mismo y que puede llegar a alcanzar edades medianas".

En definitiva, esperemos que en el trámite de recurso se subsane lo que constituye una decisión dictada a espaldas de una interpretación sistemática e integradora del Código Civil, que no sólo alcanza a los archiconocidos artículos 1101 y 1902, sino también a los artículos 143.2., 151, 154.1 y 155.2.

 

 

 

4.- Dr. House…¿The End?

Dr. A.M. Santos

 

Ethos and Technos. 11 de Junio de 2012.

Tras ocho temporadas, la conocida serie televisiva “Dr. House” ha llegado a su fin. Estrenada por la cadena Fox en el 2004, durante todos estos años ha conquistado a decenas de miles de seguidores alrededor del mundo. Las historias de la serie se centran en el médico Gregory House, un sujeto misántropo, cínico y extremadamente antipático, pero en quién también se conjugan enormes conocimientos y habilidades médicas, así como unas dotes intelectuales sorprendentes para la observación, la síntesis y la abstracción. Tales aptitudes lo ubican como  “As” del diagnóstico médico del también ficticio “Princeton-Plainsboro Hospital”. Ahora la serie se cierra, luego de unas últimas temporadas en las que su protagonista se sumerge más y más en una introspección psicológica con ribetes metafísicos que dieron lugar a capítulos de tema bastante sombrío.

Es notorio el éxito que puede llegar a alcanzar las series de médicos y hospitales, algo que desde hace tiempo le ha convertido en todo un subgénero. Resulta que la práctica sanitaria desarrolla su acción en estrecha cercanía a la persona, y precisamente al servicio de algunos de sus bienes más preciados: la vida y la salud. Esto, en momentos tan cruciales de la existencia como son, su jubiloso inicio, su siempre dramático fin, así como durante la enfermedad. Situación esta última en la que el individuo sufre, además de los síntomas propios de su estado, grados variables de limitación, dependencia e incertidumbre. Frente a esto, tenemos la agobiante presión de trabajo y la enorme sobrecarga emocional de unos profesionales que disponen de estrecho margen para el error y se enfrentan a difíciles decisiones, en su continua carrera contra-reloj frente al dolor y la muerte. Todo ello convierte a este campo del ejercicio profesional en un complejo y rico ámbito de vivencias y relaciones interpersonales, que gira en torno a la precariedad de la condición humana en el reino de este mundo. Nada más apropiado para recrear situaciones que van desde el drama hasta el thriller, siempre con alguna que otra dosis de hilaridad.

Según cuentan, Paul Attanasio, David Shore y el resto de los creadores de la serie se inspiraron en una columna del New York Times que estaba a cargo de la Dra. Lisa Sanders profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.  Allí se mostraban casos médicos difíciles e inusuales. Pero como suele suceder en este subgénero, las historias médicas son solo un marco o instrumento para abordar el entramado de relaciones que dan pie a los conflictos humanos y profesionales entre médicos, directivos y pacientes.  Sin embargo, el centro de toda la serie ha sido la lucha interna de su protagonista. A pesar de su éxito profesional, House está lleno de defectos, carencias y limitaciones. Es un hombre atrapado no tanto por el dolor físico de su pierna enferma (que apunta a ese “lado podrido” en cada uno de nosotros), como por un intenso sufrimiento psicológico y espiritual. No por gusto, el propio Hugh Laurie, ese actor que tan magistralmente le ha sabido encarnar, ha definido al Dr. House como un “náufrago emocional”.

House es un contradictorio mosaico: casi siempre es huraño, intempestivo y sarcástico pero a ratos muestra un lado jocoso o hasta pueril. Algunas veces obra de un modo despiadadamente honesto y muchísimas otras, es un hábil manipulador de colegas, pacientes y familiares, a quiénes trata como meras piezas en un tablero. Precisamente, quizás este sea su rasgo más remarcable: un recio pragmatismo (tan vinculado al ámbito anglosajón) según el cual, “el fin siempre justifica a los medios”, incluso aunque la dignidad humana con frecuencia quede rota y pisoteada al borde del camino. Entonces, lo importante pasa a ser no tanto el paciente como el diagnóstico, no la persona sino la enfermedad, lo cual a todas luces resulta un enfoque extremadamente reduccionista. Su famosa frase “todos mienten” (everybody lies), redondea  un arquetipo en el que predomina el escepticismo y el desdén hacia la naturaleza humana. Pero House no nos mira por encima del hombro, sino desde la lona y el polvo.

Hay muchas cosas de fondo que no me han gustado en esta serie y que desde hace tiempo hicieron menguar mi interés en ella.  El asunto no es de “forma” sino de “contenido”. No se trata de las perceptibles “costuras” o desniveles entre uno y otro capítulo o entre las diversas temporadas, comprensibles en un tipo de producción industrial en el que a ritmo frenético trabajan en paralelo varios equipos de guionistas y directores. Tampoco me refiero a los casos exagerados al extremo, o a las prácticas y situaciones inverosímiles o hasta disparatadas (eso sí, solo para el ojo avezado de un facultativo televidente), sino a ciertos aspectos de índole conceptual y bioética. En toda la serie palpita un relativismo ético en el que «el bien» o «el mal» son apenas opciones intercambiables según el interés de los sujetos actuantes. Por otro lado, House constantemente indica estudios y tratamientos de forma impulsiva y temeraria, haciendo añicos aquel principio de primun non nocere (ante todo no hacer daño) que ha guiado a la medicina desde los tiempos hipocráticos y que asume al enfermo en su excelsa dignidad personal.

Un asunto no menos importante es el descomunal protagonismo de la tecnología médica. No recuerdo haber visto nunca al irónico Dr. House palpando un abdomen o auscultando a un paciente. Muy pocas veces se presenta a alguno de los miembros de su equipo entrevistando y examinando exhaustivamente al caso. En su lugar, allanan su morada o le extorsionan de formas tan inimaginables como poco éticas para obtener algún dato relevante, en una práctica abiertamente transgresora que roza la frontera de lo delincuencial. Luego, todos prefieren sentarse alrededor de una mesa y adentrarse en una lluvia de ideas (con rayos incluidos) en el que cada uno trata de imponer la suya propia a toda costa.  Más tarde sale cada cual a ejecutar su función: aplicar tecnología y más tecnología. Claro que casi todo será en vano, al final solo bastará un detalle, para que en un rapto de iluminación, House consiga el necesario diagnóstico.

De cualquier manera, también hay numerosos aciertos y verdades en muchos de los capítulos de la serie:

* El proceso salud-enfermedad es una realidad compleja en la que intervienen numerosos factores contextuales de tipo sociológico, cultural y ambiental. Por tal motivo, no todo se soluciona solo con fármacos y operaciones.

* La relación entre médico y paciente nunca tiene un solo sentido. No se trata de un facultativo  “proveedor” y un necesitado paciente “receptor”, sino que juntos han de ser capaces de entretejer una relación donde ambos aportan y a la vez reciben.

* Contrario al “cliente” convencional, el paciente no siempre tiene la razón. Por tanto el médico no es un mero proveedor de un servicio, que ha de estar dispuesto a complacer a toda costa los deseos del paciente.

* Las tecnologías médicas no lo pueden todo, ni siempre tienen la razón. A veces más bien aportan confusión y su empleo inadecuado puede provocar resultados desastrosos. La medicina contemporánea es aún arte y ciencia que sigue necesitando del método clínico, requiere mucho del juicio lógico, de la experiencia y hasta de la intuición.

* La medicina dista mucho de ser una ciencia exacta. Aún haciéndolo todo bien y a la luz del más actualizado conocimiento, las cosas pueden salir muy mal. Por otro lado, los médicos se equivocan, incluso los mejores, aquellos más hábiles y motivados. Ellos sufren con sus fracasos, pero también tienen la oportunidad de crecer con cada error.

Otro innegable valor es que House no se presenta como un ogro que enseña todo el tiempo los dientes. Aunque se empeñe en ocultarlo, también por momentos muestra una elevada sensibilidad humana, y junto a él, todos terminamos siendo afectiva y efectivamente  involucrados. Así, es capaz de maravillarse ante la manita del feto que en medio de una operación sale del útero materno y toca la suya. Luego queda el resto del día mirándose el dedo al que se aferró la frágil manita, y en un instante, a todos se nos devela el valor de esa vida. O aquel episodio en el que logra que un niño autista sobreviva. Pero cuando por su mente pasa que no ha valido la pena salvarle la vida a alguien que luego seguirá “lastrado” por tal enfermedad, el niño, ante la mirada atónita de sus padres (y del propio House), se le acerca, le mira a los ojos y le regala su juguete. La conducta rompe su aislamiento y se aparta de la usual en un autista, pero el gesto de agradecimiento implica una comunicación precisamente con alguien que tiene por norma rechazar a todos. A House le hace reflexionar sobre sí mismo y los que estamos del lado de acá de la pantalla apreciamos el valor de cada vida humana y la esperanza con que ha de ser asumida.

La teleserie llega a su fin, sin embargo, una vez más la realidad se entrelaza con la ficción. En nosotros puede haber mucha más oscuridad a lo “House” de lo que pensamos o estamos dispuestos a admitir. Tras algunas batas blancas se escuda bastante soberbia, mucho paternalismo autoritario y muy poca disposición a la empatía, la apertura y la comunicación. Desprovistos de la genialidad con que se representa al personaje televisivo, algunos facultativos de carne y hueso le aventajan ampliamente en arrogancia y egocentrismo. Así, tan victimarios como víctimas de un actuar deshumanizado, no es difícil forzar diagnósticos, mentir, manipular y en fin, a cada paso violentar la dignidad de colegas y pacientes. En efecto, podemos llegar a ser peores que House, con los agravantes de la cotidianidad y de un escenario donde el sudor, las lágrimas y la sangre no son de maquillaje.

 

 

5.- Un juez británico obliga a alimentar a una mujer anoréxica

El tribunal considera que la enferma, de 32 años, no tiene capacidad para decidir por sí misma. Sus allegados creen que se han de respetar sus deseos

El País. Walter Oppenheimer Londres15 JUN 2012

 

Es una antigua estudiante de medicina de 32 años que vive en Gales, no puede ser identificada por razones legales y se la conoce como E. No tiene expresamente la voluntad de morir pero es protagonista de un caso extremo de anorexia: tiene “un miedo obsesivo a coger peso” hace ya más de un año, se niega a tomar ningún tipo de alimento sólido y apenas agua, lo que la ha llevado a tener un índice de masa corporal de 11,3, equivalente a un peso de 33 kilos para una persona que tuviera 1,70 metros de altura.

Un juez del Tribunal de Protección, en Londres, ha dictaminado ahora que debe ser alimentada “incluso a la fuerza si es necesario”. ¿Por qué? Porque “E es una persona especial cuya vida es valiosa; ella no lo ve así en estos momentos, pero puede que sí lo haga en el futuro”, ha razonado en su sentencia el juez Peter Jackson, encargado del caso.

Su índice de masa corporal es de 11,3, equivalente 33 kilos para 1,70 metros

Creado en 2007, el Tribunal de Protección tiene capacidad para “tomar decisiones en nombre de personas que son incapaces de tomarlas por sí mismas”. El tribunal puede decidir si una persona está o no en condiciones de tomar una decisión, puede tomar decisiones financieras o de bienestar en nombre del afectado o nombrar a personas que actúen en su nombre o impedir que lo sigan haciendo.

El caso de E fue planteado el mes pasado por las autoridades del municipio en el que reside, por entender que si no se alimenta morirá. Con trastornos relacionados con la comida desde los 11 años, E sufre otros problemas de salud graves y desde la adolescencia tiene problemas de alcoholismo “como vía de escape”.

El juez ha admitido que ha tenido muchas dudas porque hay razones de peso tanto a favor como en contra para obligar a E a alimentarse. “Es la primera vez que me he planteado la posibilidad real de que un tratamiento para mantener a alguien con vida no es lo mejor que se puede hacer por una persona que, aunque no tiene capacidad [para decidir por sí misma], es completamente consciente de su situación”, reconoce el juez.

El magistrado dice: “La diferencia entre vida y muerte es la mayor que conozco”

“Los factores en uno y otro sentido son, en mi opinión, casi absolutamente equilibrados. Pero, habiéndolos considerado con todo el cuidado de que soy capaz, creo que la balanza se inclina ligeramente pero sin ninguna duda a favor de un tratamiento de conservación de la vida”, concluye.

Y admite que se ha quedado “impresionado por el hecho de que la gente que mejor conoce a E no estaba a favor de un tratamiento”. “Creen que ya ha tenido bastante y que se han de respetar sus deseos. Creen que se le ha de permitir tener una muerte digna”, acepta el juez.

Admite también el magistrado que para los padres de E es una situación “imposible”, y que para ella el tratamiento es “no ya una intrusión en su cuerpo del tipo más íntimo posible, sino una imposición a su voluntad que E vive como algo abusivo”. Acepta que las opiniones de esta mujer “merecen el más absoluto respeto” y que “no es una niña o un adulto muy joven, sino una mujer inteligente y elocuente”.

Pero “solo vivimos una vez: nacemos una vez y morimos una vez, y la diferencia entre la vida y la muerte es la diferencia más grande que conozco”, concluye el juez. Por eso cree que E tiene que ser alimentada, aunque sea a la fuerza. Quizás para que sea ella quien decida, cuando esté en condiciones de hacerlo por sí misma, qué quiere hacer con su vida.

 

 

6.- China legisla para imponer sus genéricos a los laboratorios

Pekín sigue a India y cambia la ley para burlar las patentes en casos de emergencia e interés público

El País. José Reinoso Pekín. 15 JUN 2012

 

China ha decidido seguir los pasos de India para luchar contra los altos precios de las medicinas, que impiden a muchos de sus ciudadanos el acceso al tratamiento de algunas enfermedades. Pekín ha modificado parcialmente las leyes de protección de la propiedad intelectual para abaratar determinados fármacos que se encuentran bajo protección de la patente, informa Reuters. La decisión provocará seguramente inquietud en las grandes multinacionales del sector, que ven China como uno de los grandes mercados en crecimiento y una vía para compensar las renqueantes ventas en los países occidentales.

La nueva legislación —que entró en vigor el 1 de mayo y fue dada a conocer en la web de la oficina nacional de patentes— permite a las autoridades sanitarias emitir las llamadas licencias obligatorias a compañías designadas para que produzcan versiones genéricas de fármacos bajo patente en caso de emergencias estatales, circunstancias excepcionales o en interés del público.

La modificación de la normativa va incluso más allá, ya que fabricantes designados podrán exportar también los genéricos a otros países por “"razones de salud pública", incluidos miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Los reglamentos de la OMC autorizan a un Gobierno a que acuda a licencias obligatorias en algunos casos cuando tratamientos que potencialmente pueden salvar una vida son demasiado caros.

La decisión se produce meses después de que India pusiera fin, por esta vía, al monopolio de la multinacional alemana Bayer sobre un fármaco contra el cáncer. El Gobierno indio concedió en marzo su primera licencia obligatoria a la compañía Natco Pharma para fabricar Nexavar, un medicamento utilizado para tratar el cáncer de riñón y el de hígado.

En el caso de China, las autoridades tienen la vista puesta en tenofovir —su nombre comercial es Viread—, de la empresa estadounidense Gilead Sciences, que es recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como parte de un cóctel de medicamentos para tratamiento de primera línea contra el virus del sida.

Los expertos aseguran que Pekín quiere aprovechar las posibilidades que ofrece el marco legal para incrementar la producción de medicamentos genéricos, no solo para el consumo de su población, sino para exportar a los mercados internacionales. Algunos analistas dudan de que el cambio legal vaya a implicar una ruptura generalizada de patentes y creen que, al menos, aclara las reglas. El interés chino por los genéricos no es nuevo. Se remonta al menos a 2008 o 2009, cuando la Oficina Estatal de la Propiedad Intelectual invitó a expertos extranjeros a Pekín para que mostrasen a los funcionarios locales cómo preparar el terreno legal para emitir licencias obligatorias, algo en lo que otros países como Tailandia, India, Malasia e Indonesia tienen experiencia.

Los fabricantes chinos de genéricos producen principios activos desde hace años, pero los exportan a otros países, cuyas compañías farmacéuticas los vuelven a vender luego en China bajo patente a precios que mucha gente no puede pagar. El Gobierno está preocupado, en particular, por la dificultad de hacer accesibles a los enfermos fármacos de última generación contra el sida. Aunque Gilead accedió a compartir los derechos de propiedad intelectual de sus productos con fabricantes de genéricos de muchos países en julio pasado a cambio de unos derechos limitados, China quedó excluida del acuerdo. Desde que Pekín cambió la legislación sobre patentes, Gilead ha hecho algunas concesiones, como donar una cantidad sustancial de tenofovir si China adquiere otro tanto, según aseguran expertos de la organización Médicos Sin Fronteras citados por Reuters.

Durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional China, el pasado marzo, los diputados se comprometieron a hacer más asequibles las medicinas y ampliar la cobertura de los seguros sanitarios pagados por el Estado. Además de los recortes de precios aplicados a los fármacos en 2011, el Gobierno está introduciendo un sistema de compras para abaratar las medicinas esenciales. El Gobierno quiere eliminar también la dependencia de los hospitales de la venta de medicamentos en sus farmacias para 2015, con objeto de bajar el coste de los tratamientos. Muchos hospitales recetan de forma innecesaria para incrementar sus beneficios.

La presión sanitaria y las dificultades para cubrir a la población han aumentado por el envejecimiento. China tenía 178 millones de personas mayores de 60 años en 2009; la ONU prevé 437 millones para 2050.

 

 

 

7.- Cantabria creará comités de bioética asistencial en todas las áreas de salud

La Consejería de Sanidad de Cantabria ya tiene elaborada una propuesta de decreto para la creación de comités de bioética asistencial en todas las áreas de salud de Cantabria, tanto en Atención Primaria como Especializada.

Diario Médico. Santiago Rego. Santander | 22/06/2012

 

Así se lo ha explicado la consejera de Sanidad, María José Sáenz de Buruaga, al presidente de la Fundación Ciencias de la Salud, Diego Gracia, durante un encuentro en el que también ha participado el director gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), José Santiago de Cossío.

Ha sido el director general de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, José Francisco Díaz, quien ha dado más detalles de este anuncio durante la inauguración del encuentro Comités de Ética, una apuesta de futuro, que ha reunido en Santander a más de 100 profesionales.

Según Díaz, la propuesta de la Administración sanitaria es la creación de comités de bioética asistencial en todas las áreas de salud, que integren tanto a profesionales sanitarios de los dos niveles como de otros ámbitos profesionales y sociales, como abogados y representantes de pacientes y usuarios, entre otros.

Dichos comités "velarán por el cumplimiento de los derechos de los usuarios, promoviendo un entorno asistencial lo más humano posible y procurando que se respete siempre la dignidad de las personas que intervengan en la relación asistencial", ha añadido Díaz.

Una cuestión pendiente

Se trata, según ha precisado el director general, de una propuesta de modelo "que se debatirá y perfeccionará con las partes implicadas y que responde a la demanda, hace mucho tiempo expresada, de profesionales sanitarios y pacientes". De hecho, Cantabria es una de las pocas autonomías que aún no cuentan con regulación en esta materia.

Además, la Consejería prevé la creación del Consejo Asesor de Bioética de Cantabria, un órgano con funciones de acreditación y consultivas en el que estarán representados los diferentes sectores sociales de la región, como la Universidad de Cantabria, la judicatura, los colegios profesionales, etcétera.

Con esta normativa, el gobierno autonómico cumplirá también el mandato que recoge la Ley de Ordenación Sanitaria de Cantabria de 2002, que establece que "la Administración sanitaria promoverá en particular la creación, acreditación y supervisión de la actividad de los comités de ética asistencial y en la investigación clínica".

 

 

 

8.- La autonomía del donante, desprotegida si la muestra biológica está anonimizada

La anonimización de las muestras almacenadas en los biobancos es una vía para los ciudadanos que quieran donar material biológico sin poner en riesgo su privacidad.

Diario Médico. Nuria Monsó | 21/06/2012 00:00

 

No obstante, este método "no protege su autonomía, ni los intereses de ciertos grupos de estudio, ni los intereses de la propia investigación", indicó Elisabeth Rynning, profesora de Derecho Sanitario en la Universidad de Uppsala (Suecia), durante el simposio sobre biobancos Un marco ético para la investigación del futuro, organizado por el Consejo de Europa en la sesión referida a la confidencialidad de los datos de los donantes.

Partidaria de que el derecho al olvido de éstos sea considerado un derecho fundamental, Rynning explicó las vías que se han discutido en el ámbito académico para compatibilizar la autonomía de quien desea cancelar el uso de sus muestras biológicas para la investigación y el progreso científico, como cambiar un consentimiento genérico por uno específico.

* Pilar Nicolás, de la cátedra de Genoma y Derecho, sugiere que los biobancos controlen la cesión de datos de los donantes y el uso de muestras

Menos garantías

En ese sentido, la experta señaló que, si bien la anonimización de los datos, proceso por el cual se desvincula toda información identificatoria de las muestras biológicas, es una alternativa a la cancelación directa del consentimiento si lo que le preocupa al donante es su privacidad, "es más difícil controlar el uso que se hace de su material biológico", sobre todo aquél al que hayan tenido acceso otras entidades.

También participó Pilar Nicolás, coordinadora de la cátedra interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano de la Universidad de Deusto y la Universidad del País Vasco, que apuntó que es difícil hablar de muestras anonimizadas con los avances de la genética.

Nicolás indicó que entre las recomendaciones que el Consejo de Europa publicó en 2006 para la gestión de biobancos se hace referencia a materiales identificados y a muestras identificables si se tiene acceso a los datos personales del donante mediante un código; categorías que, en su opinión, no están bien definidas pero implican deberes legales.

Nicolás sugirió que sean los propios biobancos los que, contando con el consentimiento de quienes aporten muestras, "establezcan controles sobre la transferencia de los datos, el uso del material y los resultados de los estudios".

Por su parte, Kurt Zatloukal, del Instituo de Patología de la Escuela Médica de Graz (Austria), apostó por crear una base de datos primaria que compartan entidades públicas y privadas, en vez de exigir que las segundas compren la información.

LOS BIOBANCOS EN ESPAÑA

El pasado 2 de junio entró en vigor el Real Decreto 1716/2011, que desarrolla la Ley de Investigación Biomédica 14/2007 en lo referente al funcionamiento del Registro Nacional de Biobancos, la flexibilidad en el uso de las muestras de biobancos para cederlas a cualquier investigación biomédica, y los aspectos más burocráticos relativos a la autorización de estos espacios de conservación y almacenamiento de muestras para la investigación. La ley diferencia tres regímenes de uso de las muestras biológicas: en proyectos de investigación, en colecciones y en biobancos (ver DM 10-II-2012).

 

 

9.- "Internet será el espacio donde las compañías farmacéuticas darán información directa a la población"

Los pacientes consultan en internet sus dudas sobre los medicamentos que les prescribe el médico. Negar esa tendencia sólo serviría para retrasar la respuesta que tanto las compañías farmacéuticas como la sociedad deberán dar al fenómeno.

S.V. | 27/06/2012 00:00

 

La Comisión Europea ha sabido interpretar el mensaje y a mediados del pasado febrero presentó una propuesta de reforma de la Directiva Europea 2001/83, por la que se establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano, que incluye importantes cambios referentes a la información de fármacos en internet.

Igor Pineda, letrado del despacho de abogados Asjusa-Letramed, ha presentado una ponencia sobre esta cuestión en el Congreso Unijes 2012, que desde este lunes se celebra en la Universidad de Deusto, en Bilbao, encargada de organizar el encuentro junto a la Facultad de Derecho de la Universidad de Comillas Icai-Icade y la escuela de negocios Esade.

Sin aventurarse a precisar los tiempos para que la reforma sea una realidad, Pineda ha señalado que "internet se perfila como el espacio donde las compañías farmacéuticas informarán directamente a la población de sus productos sujetos a prescripción médica". Sin embargo, esta previsión, apuntada en la reforma de la citada directiva, tiene un peligro claro, según el letrado experto de Derecho Sanitario, y es la dificultad que existe en diferenciar la publicidad de la información.

Qué es información

La información sobre un medicamento de prescripción se refiere a "las características del producto, el etiquetado, el prospecto, el informe de evaluación oficial, y, además, que estos datos observen unos criterios de imparcialidad y objetividad".

El letrado también ha destacado las propuestas de regulación dirigidas a controlar la información que las compañías farmacéuticas recogen en sus páginas web.

En conclusión, según Pinedo, "en un futuro próximo veremos los resultados de todas las modificaciones propuestas a la normativa comunitaria, si bien la tendencia sigue manteniendo una clara protección al consumidor frente al fabricante".

 

 

10.- La responsabilidad del médico en el derroche

Diario Médico. Soledad Valle | 26/06/2012

 

Tanto el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud como el Código Deontológico aluden a las obligaciones del médico en la buena gestión de los recursos. Pero cargar el peso del ahorro en la actividad asistencial no parece ni razonable ni deseable. La polémica no es nueva, pero se ha encendido con la opinión del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, instando al facultativo a contener el gasto en sus decisiones. Expertos en Derecho Sanitario y Bioética opinan sobre esta cuestión.

Es quien prescribe y, por tanto, el que ordena el gasto. El médico tiene la última palabra sobre lo que cuesta cada enfermo y es lógico pensar que le corresponde una buena parte de la responsabilidad en el derroche que ha protagonizado la sanidad pública.

* "Los médicos no pueden estar bajo sospecha porque ellos no gestionan la Sanidad", según López de la Osa, profesor de Derecho Administrativo"

Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), admitió ese mal del Sistema Nacional de Salud (SNS) en una conversación con Diario Médico, pocos días después de que el Gobierno anunciarse el primer recorte millonario que se iba a aplicar a la Sanidad (ver DM del 13-IV-2012). Pero no ha sido el único facultativo con responsabilidad dentro de la profesión médica que admite ese gasto sin sentido. Álvaro Gándara, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), cuestionó la gran inversión destinada a comprar la última tecnología quirúrgica, mientras la atención terminal no llega a todo el que lo necesita (ver DM del 25-V-2012).

Los profesionales reconocen el derroche de los recursos públicos, lo que hace inevitable la pregunta de por qué no lo denunciaron antes. Pero la respuesta a esta cuestión parte de admitir que el médico tiene culpa de la mala gestión. Y ¿la tiene? El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, afirmó en una entrevista que "todos sabemos que hay un gasto superfluo en la Sanidad. Quien lo ve de cerca es el profesional y creo que es necesario que, para la supervivencia del SNS, haga un esfuerzo y evite con sus decisiones todo gasto que sepa que no es estrictamente necesario o determinante para el diagnóstico y el tratamiento".

Varios médicos han opinado sobre estas declaraciones en la página web del periódico manifestándose en desacuerdo. La polémica no es nueva, pero cobra actualidad en el momento en el que vivimos, cercano al rescate económico, cuando los recortes pueden dejar "herida de muerte" la sanidad pública, como ha alertado la OMC.

* El deber de dar a cada paciente lo mejor es difícil de equilibrar con hacer un uso racional de los recursos", dice De Montalvo, doctor en Derecho Constitucional

Alfonso López de la Osa, profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Complutense de Madrid y experto en Derecho Sanitario, responde a esta cuestión advirtiendo de su complejidad. "Al tratar la contención del gasto, debemos tener en cuenta que los médicos no deben estar bajo sospecha porque ellos no gestionan la sanidad. Los facultativos prescriben y ejecutan tratamientos. Los gestores de la Sanidad son otros".

Medicina defensiva

Las sospechas sobre la actuación profesional del médico pueden tener unas repercusiones nada deseables. Según De la Osa, "la tranquilidad del médico es determinante para trabajar correctamente, pues es quien realiza directamente la prestación asistencial, y si no viene dada por el sistema, el facultativo optará por vías alternativas para lograrla". Entre estos otros caminos está la medicina defensiva, a la que se responsabiliza de buena parte del despilfarro. La razón hay que buscarla en el aumento de las demandas por negligencias sanitarias, mientras que no hay casos conocidos de médicos expedientados por gastar mucho.

Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad UP Comillas (Icade), señala que la única referencia que conoce de esta exigencia de responsabilidades es por motivos de prescripción de fármacos, en los que se llegue a demostrar, por ejemplo, que se ha recetado un medicamento para favorecer a una compañía farmacéutica y no por el bien del paciente.

* El Código Deontológico recoge que el médico en cargos directivos debe velar para que las prestaciones se adapten a las necesidades reales de la población

De Montalvo apunta que "el médico tiene dos compromisos ético-legales: uno hacia el paciente al que atiende y otro hacia la sociedad, de modo que lo que puede ser lo mejor para un paciente puede perjudicar al resto de la sociedad". Y admite que "el deber del médico de dar a cada enfermo lo mejor es difícil de equilibrar con el deber de hacer un uso racional y adecuado de los recursos".

El artículo 19 del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud recoge entre los deberes del médico el uso de "los medios, instrumental e instalaciones de los servicios de salud en beneficio del paciente, con criterios de eficiencia, y evitar un uso ilegítimo en beneficio propio o de terceras personas". En este sentido, el Código Deontológico de la profesión señala que "los médicos que ocupan cargos directivos en instituciones sanitarias deben velar para que las prestaciones se adapten a las auténticas necesidades de la población y a las posibilidades reales de financiación, evitando que se ofrezcan servicios sanitarios sin la debida dotación de medios humanos y materiales".

Así, la ley y la deontología hacen una reserva de responsabilidad para el médico en la buena gestión de los recursos que, sin embargo, parece difícil de llevar a la práctica.

José Jara, médico y presidente de la Asociación de Bioética de la Comunidad de Madrid (Abimad), opina que el margen de decisión del médico sobre el gasto es muy pequeño, y pone un ejemplo de lo que califica como un macroderroche: "La voladura controlada del edificio de la Maternidad del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, realizada hace unos años, cuando en absoluto se encontraba en un estado tan deteriorado como para que fuera demolida, y la posterior construcción de una nueva maternidad que fue suntuosamente encargada al arquitecto Rafael Moneo. ¿Cuántas reducciones de nómina serán necesarias para equilibrar ese gasto que difícilmente se puede justificar como necesario?".

 

 

11.- "La capacidad del enfermo mental se valora en relación con una tarea específica"

Un enfermo bipolar, con demencia senil o esquizofrénico no es a priori una persona incapaz para decidir sobre su salud. Las circunstancias del caso y el tipo de decisión que tenga que tomar determinarán si es o no capaz.

Diario Médico. S.V. | 27/06/2012

 

Tirso Ventura Faci, psiquiatra del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, ha explicado así la complejidad del análisis para valorar la capacidad de una persona en la toma de decisiones médicas.

Ventura Faci ha participado en el XXI Congreso Nacional de Psiquiatría Legal que se celebra estos días en Pamplona, en el que también está previsto que intervengan Mercedes Navío Acosta, Ignacio Álvarez y Beatriz Pavón, con los que el psiquiatra ha elaborado el estudio de adaptación de las entrevistas semiestructuradas de Paul Appelbaum, psiquiatra de la Universidad de Columbia (Nueva York). En el trabajo han participado el Hospital Miguel Servet de Zaragoza y el Hospital Doce de Octubre de Madrid.

* "El objetivo final de analizar la incapacidad de un enfermo es proteger al que no es libre de decidir porque se lo impide su enfermedad"

Encuestas

Appelbaum ha realizado una importante labor de investigación sobre la capacidad del enfermo mental, un esfuerzo que se ha materializado en dos extensos cuestionarios encaminados a determinar si un paciente está en plenas facultades para decidir sobre un tratamiento médico o para participar en una investigación clínica.

Los cuatro psiquiatras españoles han adaptado estos cuestionarios al castellano y a la realidad del sistema sanitario español, en un proceso que ha contado con la supervisión de su autor.

Cuatro aspectos

Ventura Faci ha señalado que estas entrevistas se centran en ver el comportamiento del paciente en "la expresión de una elección, la comprensión, la apreciación y el razonamiento". Las cuestiones que se le plantean para que responda se adaptan a las circunstancias del caso.

Sobre esta última cuestión, el psiquiatra ha apuntado que "la incapacidad tiene que evaluarse en relación con una tarea específica. Dependiendo de la relación riesgo-beneficio. El objetivo final es proteger al que no es libre de decidir".

 

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